La drogadicción es el consumo indiscriminado y abusivo de drogas por parte de un grupo determinado de personas (prioritariamente jóvenes). Hoy es cada vez más frecuente que los jóvenes (12 a 18 años), abusen de sustancias toxicas para tolerar la falta de animo, angustia e insomnio, entre otros. Solemos referirnos a la drogadicción como algo externo a nosotros, considerando que esto solo le sucede a otros, solo a los más pobres, pero se ha demostrado que la drogadicción no es exclusiva de una clase social determinada. Los jóvenes drogadictos, los encontramos en sectores con niveles económicos tanto “altos” como “bajos” de nuestra sociedad. No se puede ser tan trivial al decir : “la drogadicción es una consecuencia de una crisis económica”, es cierto que esto hace más vulnerable al joven a consumirlas, pero pasa a ser un factor más entre muchos otros.
La drogadicción es un tema que no paramos de oir continuamente y día a día pero muchas veces no somos conscientes de sus efectos sobre las personas. Impresiona la cifra de niños de 12 años y drogadictos. Debería de haber medidas más restrictivas para evitar estos sucesos.
ResponderEliminarJorge Arias - 1ºB
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ResponderEliminarLa drogadicción, como dice la propia palabra es una adicción (hábito de quien se deja dominar por algo perjudicial) a la droga (sustancia tóxica nociva para la salud humana).
ResponderEliminarEn la entrada se habla de un consumo “indiscriminado”, dejando ver que si fuera un consumo selectivo, no sería perjudicial, y pudiendo caer en el engaño o en el autoengaño de no verse el drogadicto como tal.
También se habla de “abusivo”, pudiendo dar a entender que a poco que se consuma, no se consideraría drogarse, y se debería tener en cuenta que, aunque se tomen en pequeñísimas cantidades, se sigue consumiendo drogas.
El drogadicto tiende a creer que controla las situaciones, y recordando de nuevo la definición, no cae en la cuenta de que estas le dominan a él, por lo que se demuestra que quien tiene estas costumbres, carece de un mínimo control de su voluntad, y completa su error creyéndose su propia mentira al afirmar que puede dejar de depender de dichas sustancias.
Carolina Escobar Martín 1º A